Missionário da Consolata na Colômbia e no Equador...

quinta-feira, 10 de março de 2016

5º DOMINGO DE CUARESMA - Tampoco yo te condeno - Jn 8,1-11


5º domingo de Cuaresma (C)
EVANGELIO
El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.
+ Lectura del santo evangelio según san Juan 8,1-11
En aquel tiempo, Jesús se retiró al monte de los Olivos. Al amanecer se presentó de nuevo en el templo, y todo el pueblo acudía a él, y, sentándose, les enseñaba.
Los escribas y los fariseos le traen una mujer sorprendida en adulterio y, colocándola en medio, le dijeron:
- Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras; tú, ¿qué dices?
Le preguntaban esto para comprometerlo y poder acusarlo.
Pero Jesús, inclinándose, escribía con el dedo en el suelo.
Como insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo:
- El que esté sin pecado, que le tire la primera piedra.
E inclinándose otra vez, siguió escribiendo.
Ellos, al oírlo, se fueron escabullendo uno a uno, empezando por los más viejos.
Y quedó solo Jesús, con la mujer, que seguía allí delante.
Jesús se incorporó y le preguntó:
- Mujer, ¿dónde están tus acusadores?; ¿ninguno te ha condenado?
Ella contestó:
- Ninguno, Señor.
Jesús dijo:
- Tampoco yo te condeno. Anda, y en adelante no peques más.
Palabra del Señor.
HOMILIA: REVOLUCIÓN IGNORADA
Tampoco yo te condeno.
Le presentan a Jesús a una mujer sorprendida en  adulterio. Todos conocen su destino: será lapidada hasta la muerte según lo establecido por la ley. Nadie habla del adúltero. Como sucede siempre en una sociedad machista, se condena a la mujer y se disculpa al varón. El desafío a Jesús es frontal: «La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras. Tú ¿qué dices?».
Jesús no soporta aquella hipocresía social alimentada por la prepotencia de los varones. Aquella sentencia a muerte no viene de Dios. Con sencillez y audacia admirables, introduce al mismo tiempo verdad, justicia y compasión en el juicio a la adúltera: «el que esté sin pecado, que arroje la primera piedra».
Los acusadores se retiran avergonzados. Ellos saben que son los más responsables de los adulterios que se cometen en aquella sociedad. Entonces Jesús se dirige a la mujer que acaba de escapar de la ejecución y, con ternura y respeto grande, le dice: «Tampoco yo te condeno». Luego, la anima a que su perdón se convierta en punto de partida de una vida nueva: «Anda, y en adelante no peques más».
Así es Jesús. Por fin ha existido sobre la tierra alguien que no se ha dejado condicionar por ninguna ley ni poder opresivo. Alguien libre y magnánimo que nunca odió ni condenó, nunca devolvió mal por mal. En su defensa y su perdón a esta adúltera hay más verdad y justicia que en nuestras reivindicaciones y condenas resentidas.
Los cristianos no hemos sido capaces todavía de extraer todas las consecuencias que encierra la actuación liberadora de Jesús frente a la opresión de la mujer. Desde una Iglesia dirigida e inspirada mayoritariamente por varones, no acertamos a tomar conciencia de todas las injusticias que sigue padeciendo la mujer en todos los ámbitos de la vida. Algún teólogo hablaba hace unos años de "la revolución ignorada" por el cristianismo.
Lo cierto es que, veinte siglos después, en los países de raíces supuestamente cristianas, seguimos viviendo en una sociedad donde con frecuencia la mujer no puede moverse libremente sin temer al varón. La violación, el maltrato y la humillación no son algo imaginario. Al contrario, constituyen una de las violencias más arraigadas y que más sufrimiento genera.
¿No ha de tener el sufrimiento de la mujer un eco más vivo y concreto en nuestras celebraciones, y un lugar más importante en nuestra labor de concienciación social? Pero, sobre todo, ¿no hemos de estar más cerca de toda mujer oprimida para denunciar abusos, proporcionar defensa inteligente y protección eficaz?
José Antonio Pagola

Jornal digital Parceiros das Missões destaca atuação de missionários além-fronteiras

Já está circulando o jornal digital Parceiros das Missões. Na edição de março a publicação destaca os diversos missionários que viajaram para Moçambique, Guiné Bissau, Angola, Paraguai e Amazônia. São homens e mulheres que vão se juntar aos mais de 1500 religiosos (a), e leigos (a) do Brasil na evangelização dos povos.
A edição registra ainda, a história da freira "curandeira" que depois de 22 anos na Argentina regressou ao nosso país. O jornal faz também, uma homenagem especial pelos 70 anos do PIME no Brasil. Vale a pena conferir. Acesse aqui a edição de março do Parceiros das Missões.http://www.pom.org.br/download/jornal/jpm_44_mar_2016.pdf


sexta-feira, 4 de março de 2016

4º DOMINGO DE CUARESMA - El otro hijo - Lc 15,1-3.11-32


4º domingo de Cuaresma (C)
EVANGELIO
Este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido.
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 15,1-3. 11-32
En aquel tiempo, solían acercarse a Jesús todos los publicanos y los pecadores a escucharle. Y los fariseos y los escribas murmuraban entre ellos:
- Ése acoge a los pecadores y come con ellos.
Jesús les dijo esta parábola:
- Un hombre tenía dos hijos; el menor de ellos dijo a su padre: «Padre, dame la parte que me toca de la fortuna».
El padre les repartió los bienes.
No muchos días después, el hijo menor, juntando todo lo suyo, emigró a un país lejano, y allí derrochó su fortuna viviendo perdidamente.
Cuando lo había gastado todo, vino por aquella tierra un hambre terrible, y empezó él a pasar necesidad.
Fue entonces y tanto le insistió a un habitante de aquel país que lo mandó a sus campos a guardar cerdos. Le entraban ganas de saciarse de las algarrobas que comían los cerdos; y nadie le daba de comer.
Recapacitando entonces, se dijo: «Cuántos jornaleros de mi padre tienen abundancia de pan, mientras yo aquí me muero de hambre. Me pondré en camino adonde está mi padre, y le diré: padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo: trátame como a uno de tus jornaleros».
Se puso en camino adonde estaba su padre; cuando todavía estaba lejos, su padre lo vio y se conmovió; y, echando a correr, se le echó al cuello y se puso a besarlo.
Su hijo le dijo: «Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo».
Pero el padre dijo a sus criados: «Sacad enseguida el mejor traje y vestidlo; ponedle un anillo en la mano y sandalias en los pies; traed el ternero cebado y matadlo; celebremos un banquete, porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado».
Y empezaron el banquete.
Su hijo mayor estaba en el campo.
Cuando al volver se acercaba a la casa, oyó la música y el baile, y llamando a uno de los mozos, le preguntó qué pasaba.
Éste le contestó: «Ha vuelto tu hermano; y tu padre ha matado el ternero cebado, porque lo ha recobrado con salud».
Él se indignó y se negaba a entrar; pero su padre salió e intentaba persuadirlo.
Y él replicó a su padre: «Mira: en tantos años como te sirvo, sin desobedecer nunca una orden tuya, a mí nunca me has dado un cabrito para tener un banquete con mis amigos; y cuando ha venido ese hijo tuyo, que se ha comido tus bienes con malas mujeres, le matas el ternero cebado».
El padre le dijo: «Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo: deberías alegrarte, porque este hermano tuyo estaba muerto, y ha revivido; estaba perdido, y lo hemos encontrado».
Palabra del Señor.
HOMILIA: EL OTRO HIJO
Se indignó y se negaba a entrar.
Sin duda, la parábola más cautivadora de Jesús es la del "padre bueno", mal llamada "parábola del hijo pródigo". Precisamente este "hijo menor" ha atraído siempre la atención de comentaristas y predicadores. Su vuelta al hogar y la acogida increíble del padre han conmovido a todas las generaciones cristianas.
Sin embargo, la parábola habla también del "hijo mayor", un hombre que permanece junto a su padre, sin imitar la vida desordenada de su hermano, lejos del hogar. Cuando le informan de la fiesta organizada por su padre para acoger al hijo perdido, queda desconcertado. El retorno del hermano no le produce alegría, como a su padre, sino rabia: «se indignó y se negaba a entrar» en la fiesta. Nunca se había marchado de casa, pero ahora se siente como un extraño entre los suyos.
El padre sale a invitarlo con el mismo cariño con que ha acogido a su hermano. No le grita ni le da órdenes. Con amor humilde «trata de persuadirlo» para que entre en la fiesta de la acogida. Es entonces cuando el hijo explota dejando al descubierto todo su resentimiento. Ha pasado toda su vida cumpliendo órdenes del padre, pero no ha aprendido a amar como ama él. Ahora sólo sabe exigir sus derechos y denigrar a su hermano.
Ésta es la tragedia del hijo mayor. Nunca se ha marchado de casa, pero su corazón ha estado siempre lejos. Sabe cumplir mandamientos pero no sabe amar. No entiende el amor de su padre a aquel hijo perdido. Él no acoge ni perdona, no quiere saber nada con su hermano. Jesús termina su parábola sin satisfacer nuestra curiosidad: ¿entró en la fiesta o se quedó fuera?
Envueltos en la crisis religiosa de la sociedad moderna, nos hemos habituado a hablar de creyentes e increyentes, de practicantes y de alejados, de matrimonios bendecidos por la Iglesia y de parejas en situación irregular... Mientras nosotros seguimos clasificando a sus hijos, Dios nos sigue esperando a todos, pues no es propiedad de los buenos ni de los practicantes. Es Padre de todos.
El "hijo mayor" es una interpelación para quienes creemos vivir junto a él. ¿Qué estamos haciendo quienes no hemos abandonado la Iglesia? ¿Asegurar nuestra supervivencia religiosa observando lo mejor posible lo prescrito, o ser testigos del amor grande de Dios a todos sus hijos e hijas? ¿Estamos construyendo comunidades abiertas que saben comprender, acoger y acompañar a quienes buscan a Dios entre dudas e interrogantes? ¿Levantamos barreras o tendemos puentes? ¿Les ofrecemos amistad o los miramos con recelo?
José Antonio Pagola

terça-feira, 1 de março de 2016

INTENCIÓN MISIONERA DEL PAPA FRANCISCO - MARZO DE 2016

Cristianos perseguidos 

Que los cristianos discriminados o perseguidos a causa de su fe, se mantengan firmes en las pruebas guardando la fidelidad al Evangelio, gracias a la oración incesante de toda la Iglesia.

sexta-feira, 26 de fevereiro de 2016

3º DOMINGO DE CUARESMA - ¿Dónde estamos nosotros? - Lc 13,1-9

3º domingo de Cuaresma (C)
EVANGELIO
Si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 13,1-9
En aquella ocasión se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre vertió Pilato con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó:
- ¿Pensáis que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Os digo que no; y si no os convertís, todos pereceréis lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿pensáis que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Os digo que no. Y si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera.
Y les dijo esta parábola:
Uno tenía una higuera plantada en su viña, y fue a buscar fruto en ella, y no lo encontró.
Dijo entonces al viñador:
- Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?
Pero el viñador contestó:
- Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, el año que viene la cortarás.
Palabra del Señor.
HOMILIA: ¿DÓNDE ESTAMOS NOSOTROS?
Si no os convertís, todos pereceréis.
Unos desconocidos le comunican a Jesús la noticia de la horrible matanza de unos galileos en el recinto sagrado del templo. El autor ha sido, una vez más, Pilato. Lo que más los horroriza es que la sangre de aquellos hombres se haya mezclado con la sangre de los animales que estaban ofreciendo a Dios.
No sabemos por qué acuden a Jesús. ¿Desean que se solidarice con las víctimas? ¿Quieren que les explique qué horrendo pecado han podido cometer para merecer una muerte tan ignominiosa? Y si no han pecado, ¿por qué Dios ha permitido aquella muerte sacrílega en su propio templo?
Jesús responde recordando otro acontecimiento dramático ocurrido en Jerusalén: la muerte de dieciocho personas aplastadas  por la caída de un torreón de la muralla cercana a la piscina de Siloé. Pues bien, de ambos sucesos hace Jesús la misma afirmación: las víctimas no eran más pecadores que los demás. Y termina su intervención con la misma advertencia: «si no os convertís, todos pereceréis».
La respuesta de Jesús hace pensar. Antes que nada, rechaza la creencia tradicional de que las desgracias son un castigo de Dios. Jesús no piensa en un Dios "justiciero" que va castigando a sus hijos e hijas repartiendo aquí o allá enfermedades, accidentes o desgracias, como respuesta a sus pecados.
Después, cambia la perspectiva del planteamiento. No se detiene en elucubraciones teóricas sobre el origen último de las desgracias, hablando de la culpa de las víctimas o de la voluntad de Dios. Vuelve su mirada hacia los presentes y los enfrenta consigo mismos: han de escuchar en estos acontecimientos la llamada de Dios a la conversión y al cambio de vida.
Todavía vivimos estremecidos por el trágico terremoto de Haití. ¿Cómo leer esta tragedia desde la actitud de Jesús? Ciertamente, lo primero no es preguntarnos dónde está Dios, sino dónde estamos nosotros. La pregunta que puede encaminarnos hacia una conversión no es "¿por qué permite Dios esta horrible desgracia?", sino "¿cómo consentimos nosotros que tantos seres humanos vivan en la miseria, tan indefensos ante la fuerza de la naturaleza?".
Al Dios crucificado no lo encontraremos pidiéndole cuentas a una divinidad lejana, sino identificándonos con las víctimas. No lo descubriremos protestando de su indiferencia o negando su existencia, sino colaborando de mil formas por mitigar el dolor en Haití y en el mundo entero. Entonces, tal vez, intuiremos entre luces y sombras que Dios está en las víctimas, defendiendo su dignidad eterna, y en los que luchan contra el mal, alentando su combate.
José Antonio Pagola

segunda-feira, 22 de fevereiro de 2016

Ética en el periodismo digital

En estos tiempos de la era digital, cualquier persona puedo publicar noticias y opinar acerca de cualquier tema, con gran posibilidad de acceso de los usuarios del Internet. Es importante resaltar que muchos jóvenes voluntariamente buscan enviar noticias, pero “la mayoría de estos nuevos comunicadores de Internet, que trabaja con gran pasión, nunca han sido expuestos a ningún tipo de formación ética” (Todd, 2012).

Por tal motivo, como proponen Habermas (1996), Apel y Rorty (1983), “lo único que puede identificar a los periodistas con respecto a otros informantes que actúan en la red es el compromiso ético solidario y progresista con la realidad y con la voluntad de obtener la descripción más fiel posible de la verdad por la vía del más amplio consenso de percepciones” (Casasús, 2001). De esta manera, podemos afirmar que en la era digital la ética es la única razón de ser del periodismo.


Siendo así, Todd (2012), nos propone que los periodistas digitales deben respetar las reglas del diálogo, participar de manera responsable en los debates y ser transparente, ayudando “a sus lectores y a los espectadores a educar las emociones”.

Para pensar en esta realidad, Jean Francois Fogel nos propone algunos dilemas éticos del periodismo online:



quarta-feira, 17 de fevereiro de 2016

2º DOMINGO DE CUARESMA - Escuchar solo a Jesús - Lc 9,28b-36

2º domingo de Cuaresma (C)
EVANGELIO
Mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió.
+ Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,28b-36
En aquel tiempo, Jesús cogió a Pedro, a Juan y a Santiago y subió a lo alto de la montaña para orar. Y, mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió, sus vestidos brillaban de blancos.
De repente, dos hombres conversaban con él: eran Moisés y Elías, que, apareciendo con gloria, hablaban de su muerte, que se iba a consumar en Jerusalén.
Pedro y sus compañeros se caían de sueño; y, espabilándose, vieron su gloria y a los dos hombres que estaban con él. Mientras éstos se alejaban, dijo Pedro a Jesús:
- Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.
No sabía lo que decía.
Todavía estaba hablando, cuando llegó una nube que los cubrió. Se asustaron al entrar en la nube. Una voz desde la nube decía:
- Éste es mi Hijo, el escogido, escuchadle.
Cuando sonó la voz, se encontró Jesús solo. Ellos guardaron silencio y, por el momento, no contaron a nadie nada de lo que habían visto.
Palabra del Señor.
HOMILIA: ESCUCHAR SOLO A JESÚS
Escuchadlo.
La escena es considerada tradicionalmente como "la transfiguración de Jesús". No es posible reconstruir con certeza la experiencia que dio origen a este sorprendente relato. Sólo sabemos que los evangelistas le dan gran importancia pues, según su relato, es una experiencia que deja entrever algo de la verdadera identidad de Jesús.
En un primer momento, el relato destaca la transformación de su rostro y, aunque vienen a conversar con él Moisés y Elías, tal vez como representantes de la ley y los profetas respectivamente, sólo el rostro de Jesús permanece transfigurado y resplandeciente en el centro de la escena.
Al parecer, los discípulos no captan el contenido profundo de lo que están viviendo, pues Pedro dice a Jesús: «Maestro, qué bien se está aquí. Haremos tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Coloca a Jesús en el mismo plano y al mismo nivel que  a los dos grandes personajes bíblicos. A cada uno su tienda. Jesús no ocupa todavía un lugar central y absoluto en su corazón.
La voz de Dios le va a corregir, revelando la verdadera identidad de Jesús: «Éste es mi Hijo, el escogido», el que tiene el rostro transfigurado. No ha de ser confundido con los de Moisés o Elías, que están apagados. «Escuchadle a él». A nadie más. Su Palabra es la única decisiva. Las demás nos han de llevar hasta él.
Es urgente recuperar en la Iglesia actual la importancia decisiva que tuvo en sus comienzos la experiencia de escuchar en el seno de las comunidades cristianas el relato de Jesús recogido en los evangelios. Estos cuatro escritos constituyen para los cristianos una obra única que no hemos de equiparar al resto de los libros bíblicos.
Hay algo que sólo en ellos podemos encontrar: el impacto causado por Jesús a los primeros que se sintieron atraídos por él y le siguieron. Los evangelios no son libros didácticos que exponen doctrina académica sobre Jesús. Tampoco biografías redactadas para informar con detalle sobre su trayectoria histórica. Son "relatos de conversión" que invitan al cambio, al seguimiento a Jesús y a la identificación con su proyecto.
Por eso piden ser escuchados en actitud de conversión. Y en esa actitud han de ser leídos, predicados, meditados y guardados en el corazón de cada creyente y de cada comunidad. Una comunidad cristiana que sabe escuchar cada domingo el relato evangélico de Jesús en actitud de conversión, comienza a transformarse. No tiene la Iglesia un potencial más vigoroso de renovación que el que se encierra en estos cuatro pequeños libros.
José Antonio Pagola

domingo, 14 de fevereiro de 2016

TRIDUO AL BEATO JOSÉ ALLAMANO

TERCER DÍA (15 de febrero)
    1)      INICIO:

Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

    2)      Acto de contrición

    3)      ORACIÓN INICIAL
Te damos gracias, oh Dios, por haber suscitado en la Iglesia al Beato José Allamano, haciéndolo testimonio de tu bondad, formador de sacerdotes y padre de misioneros y misioneras, para el anuncio del Evangelio a los pueblos. Concédenos los favores que te pedimos, por intercesión de tu siervo, que dispensó en la tierra la consolación de María, y haz que su ejemplo nos impulse a buscarte a Ti sobre todas las cosas y al bien de nuestros hermanos y hermanas. Amén.

    4)      MEDITACIÓN DEL DÍA – BUSCAR Y VIVIR LA UNIDAD
“Un solo cuerpo… un solo Espíritu… un solo Dios y Padre de todos” (Ef 4,4)

No existe amor sin unión. Cueste lo que cueste debemos buscar y vivir la unidad. La división destruye la comunidad y el trabajo en conjunto, en lugar de construir. De los primeros cristianos se decía: “¡Cómo se quieren!”. ¿Verdaderamente buscamos la unidad entre nosotros o seguimos más bien nuestro egoísmo, sin pensar en el otro?
No debemos decir  “no es asunto mío; no me importa”. No somos estatuas que están juntas como en el museo, sin tocarse, sin compartir. Todos debemos buscar los intereses de todos. (Beato José Allamano)

Ayúdanos, Señor, por intercesión del beato José Allamano, a formar una sola familia donde, como hermanos y hermanas, nos apoyamos, nos hacemos favores, construimos juntos el bien. Amén.

    5)      GOZOS:
La Iglesia con el Papa siempre amaste, / desde Turín serviste al mundo entero, / tu celo por el Reino nos dejaste: / que el mundo sea un rebaño verdadero.

Por Ti, mi Dios, cantando voy, / la alegría de ser tu testigo, Señor.

Tiene en el corazón amor de un Padre, / que une a los misioneros tiernamente, / él quiere que sean hijos de esa Madre / para sentirse hermanos eternamente.

Por Ti, mi Dios, cantando voy, / la alegría de ser tu testigo, Señor.

Nobleza de los pobres es el trabajo, / las ceras se transforman con la mano, / es una ley que al hombre el mal te trajo, / esa fue la enseñanza de Allamano.

Por Ti, mi Dios, cantando voy, / la alegría de ser tu testigo, Señor.

Recordamos la muerte de un gran Santo, / que iluminó la tierra con su amor; / desde tu gloria, oh Padre, siga dando / la fuerza de seguirte con valor.

Por Ti, mi Dios, cantando voy, / la alegría de ser tu testigo, Señor.

Lucha tú, misionero en la frontera, / cae cansado en el campo del honor, / seas tú por siempre nuestra fiel bandera / para pisar las huellas del Señor.

Por Ti, mi Dios, cantando voy, / la alegría de ser tu testigo, Señor.

Padre, esta juventud te está mirando / anhela conocerte y son sinceros, / llena sus corazones de tu encanto, / fórjalos verdaderos misioneros.

Por Ti, mi Dios, cantando voy, / la alegría de ser tu testigo, Señor.

    6)      ORACIÓN FINAL:
Oh Padre, fuente de todo bien, te alabamos por los dones concedidos al beato José Allamano: él ha sido guía sabio y prudente de las almas, en búsqueda de tu voluntad. Solícito por la venida de tu reino, indicó a María, primera misionera del Evangelio, como ejemplo nuestro. Concédenos imitar su fidelidad a Ti y así cooperar en la obra de la salvación, para que todo los hombres tengan plenitud de vida en Cristo nuestro Señor. Amén.

    7)      Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

    8)      Beato José Allamano, ruega por nosotros.


ORACIÓN POR LA SANTIFICACIÓN DEL BEATO JOSÉ ALLAMANO
Oh Dios, Padre nuestro, te damos gracias por haber inspirado a la Iglesia la inclusión de José Allamano en el número de sus beatos. Él hizo resplandecer entre nosotros la ternura de Tu Paternidad y honró a María Consolata como Madre llena de amor e inspiradora de la misión entre los pueblos.
Te pedimos hoy, que le concedas a la Iglesia la alegría de venerarlo como santo, por su testimonio ejemplar del mensaje de Jesús y de su evangelio. Te suplicamos humildemente nos concedas, por su intercesión, lo que nuestro corazón, lleno de confianza, te pide. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

CANTO ALLAMANO DERRAMA FAVORES

1.      Allamano derrama favores, da a tus hijos un nuevo fervor. Llevaremos a todas las gentes Evangelio de paz y de amor.

Suelto, Padre, aquellos lazos que entorpecen nuestros pasos, danos nuevo corazón.
Y podamos con María anunciar con alegría Jesucristo Salvador.

2.      Hijo tierno de la Consolata, tus ejemplos queremos seguir.
Anunciar a las gentes tu gloria, compromiso de siempre cumplir.

3.      La misión fue tu sueño Allamano, tu perenne y sublime ideal.
Hoy tus hijos queremos llevarlo hasta todo confín terrenal.

4.      Animosa retome la Iglesia el mandato de su fundador.
De llevar la verdad a los hombres, y traerlos a Cristo Señor. 

sábado, 13 de fevereiro de 2016

TRIDUO AL BEATO JOSÉ ALLAMANO

SEGUNDO DÍA (14 de febrero)
   1)      INICIO:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor Dios nuestro.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


   2)      Acto de contrición

   3)      ORACIÓN INICIAL
Te damos gracias, oh Dios, por haber suscitado en la Iglesia al Beato José Allamano, haciéndolo testimonio de tu bondad, formador de sacerdotes y padre de misioneros y misioneras, para el anuncio del Evangelio a los pueblos. Concédenos los favores que te pedimos, por intercesión de tu siervo, que dispensó en la tierra la consolación de María, y haz que su ejemplo nos impulse a buscarte a Ti sobre todas las cosas y al bien de nuestros hermanos y hermanas. Amén.

   4)      MEDITACIÓN DEL DÍA – HACER BIEN LO QUE DEBES HACER
“La gente decía de Jesús: todo lo hizo bien” (Mc 7,37)

Jesús hace las cosas grandes (los milagros), pero también las pequeñas (atiende y bendice a los niños). Ojalá pudieran decir lo mismo de ustedes: ¡Todo lo hizo bien! El bien hay que hacerlo bien, sin querer aparentar: “el bien no hace ruido y el ruido no hace el bien”. Hacerlo con alegría, sin demora y con empeño. Conformémonos con lograr la santidad en la vida ordinaria de cada día, sin buscar espectacularidades.
El milagro que yo deseo de ustedes es que hagan todo con perfección; cumplan con las actividades ordinarias como si fuera algo extraordinario. Haz bien lo que debes hacer, aunque sea una obligación. Puede haber mucha diferencia entre las personas que hacen lo mismo: todo depende cómo se hace, si se pone el corazón o simplemente es rutina. (Beato José Allamano)

Dios Padre, por intercesión del beato José Allamano, concédenos la capacidad de hacer cada actividad con amor y alegría en tu honor y por el servicio de los demás. Amén.

   5)      GOZOS:
La Iglesia con el Papa siempre amaste, / desde Turín serviste al mundo entero, / tu celo por el Reino nos dejaste: / que el mundo sea un rebaño verdadero.

Por Ti, mi Dios, cantando voy, / la alegría de ser tu testigo, Señor.

Tiene en el corazón amor de un Padre, / que une a los misioneros tiernamente, / él quiere que sean hijos de esa Madre / para sentirse hermanos eternamente.

Por Ti, mi Dios, cantando voy, / la alegría de ser tu testigo, Señor.

Nobleza de los pobres es el trabajo, / las ceras se transforman con la mano, / es una ley que al hombre el mal te trajo, / esa fue la enseñanza de Allamano.

Por Ti, mi Dios, cantando voy, / la alegría de ser tu testigo, Señor.

Recordamos la muerte de un gran Santo, / que iluminó la tierra con su amor; / desde tu gloria, oh Padre, siga dando / la fuerza de seguirte con valor.

Por Ti, mi Dios, cantando voy, / la alegría de ser tu testigo, Señor.

Lucha tú, misionero en la frontera, / cae cansado en el campo del honor, / seas tú por siempre nuestra fiel bandera / para pisar las huellas del Señor.

Por Ti, mi Dios, cantando voy, / la alegría de ser tu testigo, Señor.

Padre, esta juventud te está mirando / anhela conocerte y son sinceros, / llena sus corazones de tu encanto, / fórjalos verdaderos misioneros.

Por Ti, mi Dios, cantando voy, / la alegría de ser tu testigo, Señor.

    6)      ORACIÓN FINAL:
Oh Padre, fuente de todo bien, te alabamos por los dones concedidos al beato José Allamano: él ha sido guía sabio y prudente de las almas, en búsqueda de tu voluntad. Solícito por la venida de tu reino, indicó a María, primera misionera del Evangelio, como ejemplo nuestro. Concédenos imitar su fidelidad a Ti y así cooperar en la obra de la salvación, para que todo los hombres tengan plenitud de vida en Cristo nuestro Señor. Amén.

    7)      Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

    8)      Beato José Allamano, ruega por nosotros.

ORACIÓN POR LOS BIENHECHORES
Padre, que recompensas incluso a quien sólo da un vaso de agua a uno de tus discípulos; acuérdate de aquellos que nos sostienen con la oración, el sacrificio y la ayuda material.
Señor Jesucristo, que en tu misteriosa providencia has querido que obtengamos todo por medio de María: bendice a nuestros familiares, amigos y bienhechores y dales la plenitud de la alegría y del consuelo.
Bendice, Señor, a nuestros bienhechores: sostén, fortifica y recompensa a cuantos, en nuestro camino de evangelizadores, están cerca de nosotros con la oración y nos sostienen con su ayuda.

CANTO ALLAMANO DERRAMA FAVORES

1.      Allamano derrama favores, da a tus hijos un nuevo fervor. Llevaremos a todas las gentes Evangelio de paz y de amor.

Suelto, Padre, aquellos lazos que entorpecen nuestros pasos, danos nuevo corazón.
Y podamos con María anunciar con alegría Jesucristo Salvador.

2.      Hijo tierno de la Consolata, tus ejemplos queremos seguir.
Anunciar a las gentes tu gloria, compromiso de siempre cumplir.

3.      La misión fue tu sueño Allamano, tu perenne y sublime ideal.
Hoy tus hijos queremos llevarlo hasta todo confín terrenal.

4.      Animosa retome la Iglesia el mandato de su fundador.
De llevar la verdad a los hombres, y traerlos a Cristo Señor.